En este momento en el que la pandemia del COVID-19 se ha extendido por todo el mundo, los titulares de activos están buscando estrategias de protección eficaces, y la banca offshore promete ser una alternativa viable. Aunque el sector offshore es casi siempre el blanco de los medios de comunicación, que lo asocian con el blanqueo de capitales, la evasión de impuestos y otros delitos financieros, para la gran mayoría de las transacciones realizadas en estructuras offshore esto simplemente no es cierto.
La banca suiza es mala (¿o no?)
Aunque mucha gente piensa que una cuenta bancaria en Suiza es el santo grial de la economía sumergida, no es verdad. Los bancos suizos se destacan por mantener un alto nivel en el servicio a sus clientes, garantizando al mismo tiempo que las operaciones bancarias se mantengan en el más alto estándar de gestión. Esta es una de las muchas razones por las que, a pesar de la pandemia, siguen prosperando.
Por supuesto, tales servicios están al alcance de todo el mundo. Y debido a la calidad del servicio y a la naturaleza privada de las actividades bancarias, la lista de clientes podría incluir personas y organizaciones de dudosa reputación. No se puede culpar a Suiza por dirigir un sistema bancario totalmente sólido.
Además, si cree que los bancos suizos merecen una mala publicidad, debería pensárselo dos veces, porque existe una jurisdicción que cuenta con mayor confidencialidad que Suiza: Estados Unidos. De hecho, Estados Unidos está clasificado por su nivel de confidencialidad en lo referente a la banca offshore por encima de Suiza.
Estados Unidos es la segunda jurisdicción más secreta de todo el mundo. En total se estima que las jurisdicciones con mayor confidencialidad, como Estados Unidos, poseen más de 32 billones de dólares en patrimonio privado. Estados Unidos no participa en los acuerdos de AEoI (Intercambio Automático de Información) ni de CRS (Estándar Común de Reporte), lo que significa que los inversores externos no tienen que preocuparse de presentar informes, pero sí obliga a sus propios ciudadanos a informar sobre sus activos offshore. Esta parece ser una situación injusta para muchos residentes en Estados Unidos que buscan proteger sus activos en el extranjero, y ciertamente pensar así no es del todo incorrecto.
Entonces, ¿es seguro trabajar con un banco offshore?
La buena noticia es que si usted utiliza la banca offshore de forma legal, es decir, no busca una forma de escapar de los impuestos o de lavar dinero, no tiene por qué preocuparse.
La banca offshore no es el problema que se ha pretendido crear. Por el contrario, la banca offshore es una solución al mal manejo de la pandemia que han mostrado algunos de los países más grandes. Esta mala gestión de la pandemia ha destruido las economías de todo el mundo y ha puesto los ahorros e inversiones de toda una vida en una situación precaria.
Cómo hacer que sus activos offshore estén protegidos de esta pandemia
En este momento, durante la pandemia del COVID-19, las jurisdicciones offshore ofrecen una forma de protegerse contra el mal estado de muchas economías mundiales. Si su economía nacional está funcionando mal, podría tener miedo a lo que sucederá después. Esta es una preocupación válida y debe ser considerada.
Aunque hay muchas maneras de diversificar de forma segura, hay pocas formas tan seguras como tener su estrategia de gestión del patrimonio en una estructura offshore. Otras formas de diversificar en este momento podrían incluir la retirada de grandes sumas de dinero y el uso de diferentes estrategias de inversión, pero ¿son realmente seguras ahora?
Si se pregunta qué puede hacer para proteger sus activos frente a la pandemia, la buena noticia es que se puede hacer. Sin embargo, se necesitará un poco de trabajo preliminar.
Defina su estrategia
Lo primero que debe hacer es considerar cuáles son sus estrategias de gestión de activos. Si está buscando una opción de inversión sólida a largo plazo y una forma de proteger sus activos frente a la pandemia, llevar sus activos a una estructura offshore podría ser una buena opción. Si además busca una manera de reducir potencialmente sus impuestos, entonces descubrirá que llevar sus activos a una estructura offshore es una gran manera de reducir un poco sus impuestos.
Si le preocupa la privacidad, verá que la banca offshore también le ayuda en este aspecto.
Nunca más ocultar cuentas
Esta es la cuestión: la banca offshore ya no tiene que ver con la confidencialidad.
Cada vez hay más gobiernos que exigen a sus ciudadanos que declaren sus activos distribuidos por todo el mundo, como es el caso de Estados Unidos, y muchos gobiernos se están sumando a iniciativas como el AEoI y el CRS para garantizar que los activos se declaren correctamente.
Si desea una total privacidad, deberá encontrar una jurisdicción que no participe en los acuerdos mencionados anteriormente. Por supuesto, es una cuestión de preferencia personal y de determinar cuáles son sus objetivos. Si sigue ese camino y busca una jurisdicción que ofrezca más privacidad, tendrá que asegurarse de que realiza sus operaciones bancarias en una jurisdicción de buena reputación. Hacer operaciones bancarias en la jurisdicción equivocada puede poner en peligro todo su trabajo.
Si quiere sacar el máximo provecho de su estrategia de gestión de activos, debe estar seguro de que realiza sus operaciones bancarias en un destino offshore seguro.
Conclusión
El COVID-19 ha cambiado el sector financiero para siempre, anunciando incluso una nueva era de tecnología financiera. Esto está ayudando a que la banca offshore sea más segura y cómoda que nunca. Antes, usted tenía que ir en persona al banco offshore donde quería invertir, pero ahora, puede abrir una cuenta a través de internet y comenzar a realizar sus transacciones sin tener que visitar el país donde haya abierto su cuenta bancaria offshore.
Si alguna vez ha considerado la banca offshore como opción, ahora es el momento. Es más fácil, más segura y más práctica que nunca, y de cara a la pandemia, este momento no podría ser mejor.
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